Pero como de costumbres da para contar más; hubo problemas con la electricidad y el agua. Estuvimos 48 hs. sin luz y 124 sin agua. Los empleados comunales repartieron víveres, agua mineral, colchones, frazadas y entre otros recursos que fueron enviados desde gobernación.
Nuestra suerte comenzó a cambiar a partir del día 28 al atardecer, ya que la lluvia cesó y lo único que quedó de ella fueron los charcos. Aunque con éstas el Río Pampa creció y derrumbó las defensas de el mismo, hecho que nos asustó mucho por si el río se asomaba a la aldea, igualmente en algunas casas el agua se introdujo de forma sorpresiva.
Al final llegamos a la conclusión de que estas lluvias solo fueron una sorpresita de nuestra Madre, la naturaleza.
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